Siempre trato de encontrar un camino para atravesar los tiempos difíciles.
Es difícil mirar al futuro con lágrimas en los ojos y lo que recomiendo es orar para que nuestra mente se mantenga clara y funcional y para conservar una actitud positiva, incluso orar por nuestros enemigos al tener una mentalidad positiva en momentos difíciles de mi trabajo como Fiscal General de la República, logro mantenerme concentrado en los aspectos relacionados con esta importante Institución; el país y su futuro. Nunca me permito caer en pensamientos negativos sino mantener en mi mente imágenes de fuerza y bienestar y no permitir que momentos abrumadores me impidan ver el futuro.
El asesinato de Andrés Oliva acontecido el 7 de marzo de 2015, fue un cruel y traumatizante acto de violencia perpetrado contra un hombre, una familia, una institución, un país y un acto en contra de todos los salvadoreños.
Muchos compañeros fiscales conocieron a Andrés en las aulas de la Facultad de Derecho y otros en el trabajo de la Fiscalía General, años que fueron pretexto para que compartieran ideales comunes.
Sabemos que era un hombre plagado de sencillez y sentido de humor agudo y revitalizante fuente de energía de su actitud hacia la vida con optimismo contagioso y poseía un don de esperanza perpetua. Su don de gente inigualable, hombre creyente en las bondades de la religión, disfrutaba todo; de su familia, de su trabajo, de la música y de los buenos libros, sacándole provecho de la vida.
Quiero que lo recuerden siempre y por eso me he atrevido a escribir esta mañana porque deseo que las utopías de los hombres como él se realicen y que los habitantes de la zona oriental y compañeros fiscales le tengamos siempre en el lugar que se merece, un lugar grande entre los grandes, personas entre las cuales debe estar en este momento regocijándose con el sonido de su guitarra.
Afrontar la perdida de Andrés es trágico, ¿pero quiénes somos nosotros para decir que él no vivió lo necesario? Vino a esta tierra para hacer algo determinado y una vez que lo termino va al encuentro de Nuestro Señor Creador Todopoderoso, sin duda realizó la tarea para la cual había nacido.
La calidad y plenitud de nuestras vidas no se mide por su duración sino por el amor y los ejemplos que dejamos para los que vienen detrás.
Lo que importa es el tiempo que se haya dedicado a sus padres, a su esposa, a sus hijos, a sus amigos, no hay nada más importante que la familia y los fiscales somos una familia.
Él sabía que era necesario trabajar duro, siempre respeto a las personas, siempre era amable con todo el mundo y en especial con las víctimas de la violencia y tres cosas que dio a sus hijos: una de ellas la mejor educación que le fue posible; la otra un buen ejemplo y la tercera todo el amor del mundo.
Es un error enorme olvidar aunque sea por un segundo, el poder y la potencia de esta Fiscalía General de la República, la violencia sin sentido de las cobardes pandillas terroristas va durar algún tiempo y si van a seguir tendrán que aprender que han sembrado la semilla de su propia destrucción y les aseguro siempre contaran con un juicio justo al ser acusados de sus crímenes. Y este crimen no será la excepción.
Los fiscales y policías tenemos que trabajar muy duro con el valor y la energía necesarios para alcanzar los objetivos y juntos somos lo suficientemente fuertes para hacer lo que el país espera de nosotros.
La historia la escriben los vencedores, fiscales y policías escribamos la historia para vencer.
Solo el amor de la justicia que tiene en su corazón un fiscal lo capacita para defenderla de verdad, nuestra buena voluntad es un arma política eficaz y certera, porque tenemos amor por nuestra patria.
Con los ojos secos, lleno de fe y esa esperanza y optimismo que han sostenido a nuestra gente desde tiempos inmemoriales les puedo anticipar el futuro con emoción.
Por el deber, por el honor, por el país.
Andrés, descansa en paz. Glogster is a tool for creating unique, interactive digital posters , to share ideas, pictures, videos, and more
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